El sol equivocado
Fumar es tenerte por un momento,
entrego mi vida de a poco
como la di desde que te amo.
Fumo tu marca, respiro tu veneno
y en mi mareo veo tus ojos,
el ademán del fuego en tus manos.
Nuestro tiempo se quedó en mi boca
como un insecto vivo.
Ni la noche más pesada se precipita
es una tarde que muere en un tejado encendido.
Así suspendido entre la tarde y la noche,
así espero que me llegue tu mirada
doblando las esquinas, atravesando las piedras,
los cementerios, las carnes
y en otros ojos se me aparezca de repente.
He deificado el sol equivocado
el que te perfumaba de palabras
y no te creí o tal vez si.
He deificado el sol equivocado,
será por eso que vivo de noche
y tampoco es la opción correcta.
Es por eso que fumo, que aspiro tu veneno.
El Conde
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